Breaking with classical sculpture

Auguste Rodin
The making of Rodin
18 May – 21 November 2021
Tate Modern, London, UK

I was excited to see what Tate Modern had prepared for the Rodin exhibition, as he’s one of my favourite sculptors. Having visited the Musée Rodin in Paris more than ten years ago, I was impressed by seeing his works exhibited in such an exquisite venue. The small palace surronded by gardens was apparently his residence for some time, and displays his work all over the place immersing the visitor in a mesmerising experience.

The show at the Tate wasn’t as delightful as the visit to the Parisian museum described above, but nonetheless interesting when trying to understand the artist and his trajectory. This art exhibition at Tate Modern focused on the importance of plaster in his work. Although, he’s best known for his bronze and marble sculptures, he worked as a modeller in pliable and less appreciated materials, such as clay and plaster, capturing movement, light and volume.

Rodin (12 November – 17 November 1917) was a French sculptor generally considered the founder of modern sculpture. He was schooled traditionally and took a craftsman-like approach to his work. Rodin possessed a unique ability to model a complex and turbulent surface in clay.

Part of the exhibition evoked the atmosphere of the artist’s studio with plaster casts in all sizes to show how he experimented with fragmentation, repetition and joining parts in unconventional ways. Indeed, Tate curators seem interested in representing Rodin as an artist that belongs to Tate Modern with his obsession with fragmentation, appropiation and repetition. Just like Duchamp or Warhol did.

The exhibition aimed to explore how these experiments went on to influence some of the artist’s best-known sculptures. However, if anything resonates with me about Rodin, it is the expressiveness of his artworks, more than the experimentation he did with fragments of his sculptures, which was appartently fairly common in that period of history.

The first room at the gallery was actually good to help me understand the evolution of his art. His male nude The Age of Bronze was pretty controversial. He modelled the figure in clay, working by close observation and examining his subject – a young Belgian soldier called Auguste Neyt – from all angles. But then, the result was so real that he was accused of casting it from his model instead of using artistic talent.

Rodin was offended by allegations of cheating and even commissioned photographs of Neyt to demonstrate the subtle anatomical differences between the sitter and the sculpture. And, the accusation had a major impact on him, who soon broke with the conventions of classical sculpture and idealised beauty, defining his following art trajectory from that point.

He would create new images of the human body that reflected the complexities of the new times. His objective seemed more to capture the essence and individuality of the sitter, with emphasis in the physicality of the subject then in following the tradition, and for that reason he can be considered one of the fathers of modern sculpture. See some images below of artworks such as The Burghers of Calais, Monument to Balzac, The Thinker, the Japanese actress Ohta Hisa, and the German aristocrat Helene Von Nostitz.


Rompiendo con la escultura clásica
Auguste Rodin
The making of Rodin
18 de mayo – 21 de noviembre de 2021
Tate Modern, Londres, Reino Unido

Estaba emocionada de ver lo que Tate Modern había preparado para la exposición de Rodin porque es uno de mis escultores favoritos. Habiendo visitado el Museo Rodin en París hace más de diez años, me impresionó ver sus obras expuestas en un lugar tan exquisito. El pequeño palacio rodeado de jardines aparentemente fue su residencia durante algún tiempo, y muestra su trabajo por todas partes sumergiendo al visitante en una experiencia fascinante.

La muestra en la Tate no fue tan cautivadora como la visita al museo parisino descrita anteriormente, pero de cualquier manera interesante a la hora de entender su trayectoria artística. Esta exposición de arte en la Tate Modern se centró en la importancia del yeso en su trabajo. Aunque es más conocido por sus esculturas de bronce y mármol, trabajó como modelador en materiales maleables y menos apreciados, como arcilla y yeso, capturando movimiento, luz y volumen.

Rodin (12 de noviembre – 17 de noviembre de 1917) fue un escultor francés generalmente considerado el fundador de la escultura moderna. Fue educado tradicionalmente y adoptó un enfoque artesano en su trabajo. Rodin poseía una habilidad única para modelar una superficie compleja y turbulenta en arcilla.

Parte de la exposición evocaba la atmósfera del estudio del artista con moldes de yeso de todos los tamaños para mostrar cómo experimentó con la fragmentación, la repetición y la unión de piezas de formas poco convencionales. De hecho, los comisarios de la Tate parecían interesados ​​en representar a Rodin como un artista que pertenece a la Tate Modern con su obsesión por la fragmentación, la apropiación y la repetición. Tal y como hicieron Duchamp o Warhol.

La exposición tenía como objetivo explorar cómo estos experimentos influyeron en algunas de las esculturas más conocidas del artista. Sin embargo, si algo resuena conmigo sobre Rodin es la expresividad de sus obras de arte, más que la experimentación que hizo con fragmentos de sus esculturas, que aparentemente era bastante común en aquella época.

La primera sala de la galería fue una buena introducción para comprender la evolución de su arte. Su desnudo masculino “The Age of Bronze” fue bastante controvertido. Modeló la figura en arcilla, trabajando con una estrecha observación y examinando a su sujeto, un joven soldado belga llamado Auguste Neyt, desde todos los ángulos. Pero entonces, el resultado fue tan real que le acusaron de fundirlo a partir de su modelo en lugar de usar talento artístico modelándolo previamente.

Rodin se sintió ofendido por las acusaciones de trampa e incluso encargó fotografías de Neyt para demostrar las sutiles diferencias anatómicas entre el modelo y la escultura. Pero, la acusación tuvo un gran impacto en él y pronto rompió con las convenciones de la escultura clásica y la belleza idealizada, definiendo su siguiente trayectoria artística desde ese punto.

Crearía nuevas imágenes del cuerpo humano que reflejaran las complejidades de los nuevos tiempos. Su objetivo parecía captar más la esencia y la individualidad del modelo, con énfasis en la fisicalidad del sujeto que en seguir la tradición, y por esa razón puede ser considerado uno de los padres de la escultura moderna. Véanse las fotos de su obra debajo incluyendo Los burgueses de Calais, Monumento a Balzac, el pensador, Balzac, la actriz japonesa Ohta Hisa y la aristócrata alemana Helene Von Nostitz.

Helene Von Nostitz
Monument to Balzac
The Burghers of Calais