The art raspberry and I visited the White Cube at Mason’s Yard in London last week and discovered the work of Seung-taek Lee, a Korean interdisciplinary artist who’s best known for conceptualising in the notion of “anti-concept” or “anti-art”. Trained as a sculptor, he has worked as a performance artist and is one of the first generation pioneers of experimental art in South Korea.
Since the beginning of his career as an artist in the late 1950s, Lee worked independently from the dominant art scene in South Korea, while most artists and art critics followed western art trends as the only way to survive. He claimed these artists were unaware of their own identity and started experimenting in order to understand the true nature of Korean modern art. Having said that, his artworks from the 1960s and 1970s have been associated to art movements such as Land Art, Arte Povera and Post-Minimalism.
This art show at the White Cube Mason’s Yard gallery in London is Lee’s first solo art exhibition in the UK that comprises artworks from the 1960s until today and reveals his interest in materiality and cultural identity.
One of the main characteristics of his art practice involves the binding of found objects, natural or existing architectural structures, as a means of suggesting the transformability of their inherent material properties. This feature can be appreciated on works that seem completely different from each other. In fact, the art exhibition spreads between two floors, and at first sight the artworks at ground level seemed to come from a different artist to the ones placed at basement level.
At ground level, all artworks look organic and close to nature. Various sculptures are made of granite, a material used widely in Korea for outdoor monuments for its durability. Lee’s artworks look soft and even sensual. Some of them are placed at floor level, without a plinth, so they seem more accessible. With two other works, he ties small pieces of granite with rope or wire to confuse the viewer’s perception.
As Lee has declared at some point, the work’s visual impact comes from the “tension between the wooden bar, precariously hung from two thin cords, and the clusters of bifurcated stones that effectively conjure a sense of gravitational pressure”.
The art berries’ photo of one of these works with The art raspberry immediately below the stones accentuate this feeling of threat from the stones and vulnerability of the model.
At this level, we could also see framed works made of ropes on canvas referred to as ‘canvas drawings’. The artist used the ropes as an alternative to the usual lines drawn on paper, and the knots and loose ends of these works acquire a more tactile nature.
Lastly, at basement level, we could see the recreated monumental vinyl structures from the 1960s with striking bright colours. Originally, they were first made of sheets of cheap, factory produced vinyl and has been recreated for this exhibition using urethane vinyl of greater durability but similar look. They clearly contrast with the neutral and organic colours of the ground floor gallery. However, the enveloping and the bound or tied subject remains central to Lee’s art practice here as well. I enjoyed performing with the big vinyl structures. The quietness of this floor surrounded by dim lighting invited to mindfulness.
The ‘binding’ of objects is an artistic strategy and symbolic gesture of subversion used by Lee that not only destabilise the viewer’s perception but it also questions the existing form, the intended function and meaning of the bound object.
Esta es la primera entrada que hago en español. Espero que esto sirva para acercar la escena artística en Londres al mundo hispano parlante.
Amarrar para cambiar percepciones
Seung-taek Lee
White Cube – Mason’s Yard, Londres, Reino Unido.
25 May 2018 – 30 June 2018
The art raspberry y yo visitamos la galeria White Cube en Mason’s Yard en Londres la semana pasada y descubrimos el trabajo de Seung-taek Lee, un artista interdisciplinario coreano que es más conocido por conceptualizar en la noción de “anti-concepto” o “anti-arte”. Formado como escultor, Lee ha trabajado como performance artist y es pionero del arte experimental en Corea del Sur.
Desde el principio de su trayectoria artística a finales de los cincuenta, Lee trabajó independientemente de la escena artística dominante en Corea del Sur, mientras que la mayoría de los artistas y críticos de arte de entonces seguían las tendencias de arte occidental como la única forma de sobrevivir en este campo. Lee pensaba que estos artistas desconocían su propia identidad y comenzó a experimentar para comprender la verdadera naturaleza del arte moderno coreano. Dicho esto, sus obras de arte de los años sesenta y setenta se han asociado a movimientos artísticos como Land Art, Arte Povera y Post Minimalismo.
Esta exposición de arte en la galería White Cube Mason’s Yard en London es la primera muestra en solitario de Lee en el Reino Unido que comprende obras de arte desde la década de 1960 hasta la actualidad y revela su interés en la materialidad y la identidad cultural.
Una de las principales características de su práctica artística consiste en atar objetos encontrados, naturales o estructuras arquitectónicas existentes, como forma de sugerir la capacidad de transformación de sus propiedades materiales inherentes. Esta característica se puede apreciar en trabajos que parecen completamente diferentes entre sí. De hecho, la exposición de arte se extiende entre dos pisos, y a primera vista las obras de arte de la planta baja parecen provenir de un artista distinto a las que hay en la galería del sótano.
En la planta baja, todas las obras de arte parecen orgánicas y más cercanas a la naturaleza. Varias esculturas están hechas de granito, un material ampliamente utilizado en Corea para monumentos al aire libre por su durabilidad. Las obras de arte de Lee se muestran suaves e incluso sensuales. Algunas de ellas son colocadas en el suelo, sin pedestal, haciéndolas parecer mas accesibles. Con otras dos obras, ata pequeños trozos de granito con cuerda o alambre para distorsionar la percepción del espectador.
Como Lee ha declarado en algún momento, el impacto visual de la obra proviene de la “tensión entre la barra de madera, precariamente colgada de dos cuerdas delgadas, y los cúmulos de piedras bifurcadas que efectivamente evocan una sensación de presión gravitacional”.
La foto que incluye a The art raspberry inmediatamente debajo de las piedras acentúa esta sensación de amenaza de las piedras y la vulnerabilidad de la modelo.
En este nivel, también pudimos ver obras enmarcadas hechas de cuerdas sobre lienzo denominadas ‘dibujos en lienzo’. El artista utilizó las cuerdas como alternativa a las líneas habituales dibujadas sobre papel, y los nudos y cabos sueltos de estas obras adquieren una naturaleza más táctil.
Por último, a nivel del sótano, pudimos ver las estructuras de vinilo monumentales recreadas de la década de 1960 con llamativos colores brillantes. Originalmente se hicieron de láminas de vinilo de fabricación barata y se han recreado para esta exposición utilizando vinilo de uretano de mayor durabilidad pero de apariencia similar. Contrastan claramente con los colores neutros y orgánicos de la galería de la planta baja. Sin embargo, la característica fundamental en la obra de Lee en esta exposition sigue siendo la practica de atar o envolver distintos elementos. Me gusto hacer este performance con las grandes estructuras de vinilo. La iluminación y tranquilidad de esta planta invitaba a la meditación.
La practica de atar objetos es una estrategia artística y un gesto simbólico de subversión utilizado por Lee que no solo desestabiliza la percepción del espectador sino que además cuestiona la forma existente, la función y el significado del objeto atado.