An expert in the art of repetition

Andy Warhol
12 March – 15 November (Extended)
Tate Modern, London, UK

This post is long overdue. But, Covid-19 has transformed our lives in unimaginable ways. Galleries have been closed for a few months and finally they can be visited only by appointment here in London. So, I’m back to tell you about the last exhibition I’ve seen in months: Andy Warhol at Tate Modern. The show has been extended until the 15th November, so you’re still in time to see it.

I’m not the biggest fan of pop art, but Warhol is an American icon that cannot be missed. The art show features some of his iconic paintings, the work that made him famous as a pop artist (a term he hated apparently) including Coca-Cola bottles, 50 Marilyn Monroe portraits (1962), 168 pairs of Marilyn’s lips (see a picture of The art berries featuring this artwork below), Elvis I and II 1963/1964, Pink Race Riot 1964, a woman falling from a building 35 times, 10 Brillo boxes in a corner, 100 Campbell soup cans, 112 bottles of Coke and Marlon Brando twice, etc. Warhol was an expert in the art of repetition. “I want to be a machine” he said. Hence, his obsession with repetition, which in my opinion enhances the artwork instead of making it dull.

Warhol’s sexuality seems to be an important theme in this exhibition. Beginning with a selection of his early line drawings of men from the 1950s, counting on the film Sleep 1963, which documents Warhol’s lover, the poet John Giorno – and featuring large-scale paintings like his 1975 Ladies and Gentlemen series, not shown in the UK before. They depict anonymous Black and Latinx drag queens and trans women from New York, including iconic performer and activist, Marsha P. Johnson, a prominent figure in the Stonewall uprising of 1969 – a series of spontaneous, violent demonstrations by members of the LGBT community in response to a police raid. The exhibition looks at how Warhol’s attempt to bring the stars of the underground into the mainstream.

However, one of my favourite works in this exhibition was right at the end of the art show: Leonardo da Vinci’s Last Supper. Silkscreened from a reproduction, it’s repeated 60 times across a panoramic canvas in black and white (see image below). It turns Leonardo’s masterpiece in a static film-strip by the use of repetition. And it’s some kind of homage to Luis Buñuel’s film, Viridiana.

The art show tell us about his experiences as a child of working-class immigrants, a gay man, a devout Catholic and the target of a bizarre shooting by one of his groupies, to help us understand the evolution of his art. His innovative and unique approach to art in an age of immense political, social and technological change has been recognised by the art world ever since.


Experto en el arte de la repetición
Andy Warhol
12 de marzo – 15 de noviembre (ampliada)
Tate Modern, Londres, Reino Unido

Hace tiempo que quería poner un post. Pero, Covid-19 ha transformado nuestras vidas de formas inimaginables. Las galerías han estado cerradas durante unos meses y ya se pueden visitar con cita previa aquí en Londres. Así que, estoy de vuelta para contaros sobre la última exposición que he visto en meses: Andy Warhol en Tate Modern. La exposición ha sido extendida hasta el 15 de noviembre, por lo que aún estás a tiempo de verla.

No soy la mayor fan del pop art, pero Warhol es un ícono estadounidense que no te puedes perder. La muestra de arte presenta algunas de sus pinturas más icónicas, el trabajo que le hizo famoso como artista pop (un término que aparentemente odiaba) incluyendo botellas de Coca-Cola, 50 retratos de Marilyn Monroe (1962), 168 pares de labios de Marilyn (ver una imagen de The art berries con esta obra de arte a continuación), Elvis I y II 1963/1964, Pink Race Riot 1964, una mujer que se cae de un edificio 35 veces, 10 cajas de Brillo en una esquina, 100 latas de sopa Campbell, 112 botellas de Coca-Cola y Marlon Brando dos veces, etc. Warhol era un experto en el arte de la repetición. “Quiero ser una máquina”, dijo. De ahí su obsesión por la repetición, realzando la obra de arte en lugar de volverla aburrida.

La sexualidad de Warhol parece ser un tema importante en esta exposición. Comenzando con una selección de sus primeros dibujos lineales de hombres de la década de 1950, contando con la película Sleep 1963 – que documenta al amante de Warhol, el poeta John Giorno – y presentando pinturas de gran formato como su serie Ladies and Gentlemen de 1975, no mostrada en el Reino Unido antes. Representan drag queens y mujeres trans negras y latinas anónimas de Nueva York, incluida la artista y activista icónica, Marsha P. Johnson, una figura prominente en el levantamiento de Stonewall de 1969 – una serie de manifestaciones espontáneas y violentas de miembros de la LGBT comunidad en respuesta a una redada policial. La exposición analiza el interés de Warhol por llevar a las estrellas del underground a la corriente principal.

Sin embargo, una de mis obras favoritas de esta exposición estaba justo al final de la muestra de arte: La Última Cena de Leonardo da Vinci. Serigrafiada a partir de una reproducción, se repite 60 veces en un lienzo panorámico en blanco y negro. Convierte la obra maestra de Leonardo en una tira de película estática mediante el uso de la repetición. Es una especie de homenaje a la película de Luis Buñuel, Viridiana.

La exposición nos cuenta sus experiencias como hijo de inmigrantes de clase trabajadora, hombre gay, católico devoto y blanco de un extraño tiroteo por parte de una de sus groupies, para ayudarnos a comprender la evolución de su arte. Su enfoque innovador y único del arte en una época de inmenso cambio político, social y tecnológico ha sido reconocido por el mundo del arte desde entonces.