Turning adversity into creativity

Jason Wilsher-Mills
Jason and the Adventure of 254
21 March 2024 – 12 January 2025
Wellcome Collection, London, UK

The art exhibition, Jason and the Adventure of 254 by artist Jason Wilsher-Mills, is now showing at the Wellcome Collection. I was deeply moved when I saw this whimsical exhibition, and I want to share it with you here.

The show is inspired by the artist’s experience of becoming disabled as a child. Wilsher-Mills transports viewers to Pinderfields Hospital in Wakefield on 1 August 1980, at precisely 2:54 pm. This was the pivotal moment when he and his parents learned of the autoimmune condition that left him paralyzed from the neck down from age 11 to 16. Remarkably, this was also the exact moment that Sebastian Coe won the 1500-metre race at the Moscow Olympics, wearing the number 254—a race broadcast on the ward’s TV. Wilsher-Mills sees this serendipitous coincidence as the spark for his artistic career.

The artist intertwines these two life-changing events in a profoundly inspiring way. Rather than focusing on the trauma of his illness, he sees that moment as the beginning of his creative life. His vibrant installation invites you to explore his memories and reflect on how disability and adversity can serve as a catalyst for creativity and self-discovery.

The exhibition delves into what was happening in his body, his imagination, and the world around him. It explores themes of childhood, family, memory, and the nature of creativity—how it works and where it comes from. The artist drew inspiration from 1980s television and anatomical drawings at the Wellcome Collection, which triggered memories of his hospitalization.

The installations, bursting with bright and engaging colours, are based on hundreds of preparatory drawings he created for the show. These works can also be explored in an adjacent room. The centrepiece sculpture, Figure in a Bed, portrays the artist in bed watching TV. A figure that has a TV for a head representing the athlete Sebastian Coe. Surrounding Wilsher-Mills are green toy soldiers symbolizing his white blood cells, which, as doctors explained, were attacking his own body instead of defending it.

Another striking installation is Calliper Boots, which I personally engaged with during my visit. This piece represents the medical boots he was given to support his weight and train his ankles—a painful and unwelcome experience. In a creative twist, Wilsher-Mills reimagined these boots as vibrant, brightly painted Dr. Martens, the type of footwear he would have loved as a child.

As Wilsher-Mills explains in an old interview:

“My work deals primarily with my self-image as a disabled person, and the long-standing effects of illness and disability. I do this through the use of theatrical trickery, humour, and honesty. I can place myself in environments and creative narratives that describe what it is to me to be disabled. I understand that through art I can free myself from the restrictions that my body presents to me.”
—Jason Wilsher-Mills, Disability Horizons

The exhibition also features interactive, push-button-operated dioramas reminiscent of the penny arcade machines Wilsher-Mills saw as a child at seaside resorts. These magical dioramas provide windows into his childhood memories, blending myth and reality in a dreamlike manner. They portray key stages of transformation in his life and offer insight into his sources of inspiration.

In addition to the dioramas, drawings by Wilsher-Mills are displayed on the gallery walls, enriching the experience further.

Overall, the exhibition is a deeply uplifting portrayal of how Wilsher-Mills’ disability shaped his identity and ignited his passion for art. I found his approach profoundly hopeful, showing how negative experiences can become opportunities for growth and learning. His work encourages us to reflect on the resilience of the human spirit and how perspective can turn adversity into a source of strength.


Convertir la adversidad en creatividad

Jason Wilsher-Mills
Jason and the Adventure of 254
21 de marzo de 2024 – 12 de enero de 2025
Wellcome Collection, Londres, Reino Unido

La exposición Jason and the Adventure of 254 del artista Jason Wilsher-Mills se presenta actualmente en el Wellcome Collection. Me conmovió profundamente ver esta colorida exposición, y quiero compartirla contigo aquí.

La muestra artística está inspirada en la experiencia del artista al volverse discapacitado cuando era niño. Wilsher-Mills transporta a los espectadores al Hospital Pinderfields en Wakefield, el 1 de agosto de 1980, exactamente a las 2:54 de la tarde. Este fue el momento crucial en el que él y sus padres recibieron la noticia de una afección autoinmune que lo dejó paralizado desde el cuello hacia abajo entre los 11 y los 16 años. De manera notable, este fue también el preciso instante en el que Sebastian Coe ganó la carrera de 1500 metros en los Juegos Olímpicos de Moscú, luciendo el número 254, transmitido en la televisión de la sala del hospital. Wilsher-Mills considera esta coincidencia fortuita como el punto de partida de su carrera artística.

El artista entrelaza estos dos eventos de forma inspiradora. En lugar de enfocarse en el trauma de su enfermedad, ve ese momento como el inicio de su vida creativa. Su vibrante instalación invita a explorar sus recuerdos y reflexionar sobre cómo la discapacidad y la adversidad pueden servir como catalizadores para la creatividad y el autodescubrimiento.

La exposición explora lo que ocurría en su cuerpo, en su imaginación y en el mundo que lo rodeaba. Aborda temas como la infancia, la familia, la memoria y la naturaleza de la creatividad: cómo funciona y de dónde proviene. El artista se inspiró en la televisión de los años 80 y en los dibujos anatómicos del Wellcome Collection, que evocaron recuerdos de su hospitalización.

La instalación, llenas de colores vivos y cautivadores, se basa en cientos de dibujos preparatorios que creó para la muestra. Estas obras también pueden explorarse en una sala adyacente. La escultura central, Figure in a Bed, representa al artista en la cama viendo televisión. Una figura que tiene una televisión por cabeza representa al atleta Sebastian Coe. Alrededor de Wilsher-Mills hay pequeños soldados de juguete verdes que simbolizan sus glóbulos blancos, los cuales, según los médicos, atacaban su propio cuerpo en lugar de defenderlo.

Otra escultura parte de la instalación que me gustó es Calliper Boots, con la que interactué personalmente durante mi visita. Esta pieza representa las botas ortopédicas que le dieron para soportar su peso y entrenar sus tobillos, una experiencia dolorosa y desagradable. En un giro creativo, Wilsher-Mills reimaginó estas botas como unas vibrantes Dr. Martens pintadas de colores fuertes, el tipo de calzado que habría querido de niño.

Como explica Wilsher-Mills en una entrevista de años atrás:
“Mi trabajo trata principalmente de mi autoimagen como persona con discapacidad y los efectos duraderos de la enfermedad y la discapacidad. Lo hago a través de trucos teatrales, humor y honestidad. Puedo situarme en entornos y narrativas creativas que describen lo que significa para mí ser discapacitado. Entiendo que, a través del arte, puedo liberarme de las limitaciones que mi cuerpo me impone.”
—Jason Wilsher-Mills, Disability Horizons

La exposición también incluye dioramas interactivos operados con botones, que recuerdan a las máquinas de los salones recreativos de monedas que Wilsher-Mills veía de niño en sus vacaciones en la costa. Estos dioramas mágicos ofrecen ventanas a los recuerdos de su infancia, fusionando mito y realidad de manera onírica. Representan etapas clave de transformación en su vida y brindan una visión de sus fuentes de inspiración.

Además de los dioramas, los dibujos de Wilsher-Mills se exhiben en las paredes de la galería, enriqueciendo aún más la experiencia.

En conjunto, la exposición es un retrato profundamente edificante de cómo la discapacidad de Wilsher-Mills moldeó su identidad e impulsó su pasión por el arte. Su enfoque, lleno de esperanza, muestra cómo las experiencias negativas pueden convertirse en oportunidades para el crecimiento y el aprendizaje. Su obra nos invita a reflexionar sobre la resiliencia del espíritu humano y cómo nuestra perspectiva puede transformar la adversidad en una fuente de fortaleza.